- Esquina del cura
- Calle Nueva
- Calle de La Paloma
- Plaza Cruz del Llano
En Adeje el agua transcurría por una acequia labrada en el suelo, procedente del Barranco del Infierno. Esta atravesaba el pueblo de norte a sur, por el lado del naciente de su calle principal. En ella acostumbraban las mujeres a lavar la ropa y otros enseres, surtiéndose directamente de ella y a su voluntad para atender a las necesidades del consumo doméstico.
Fue en 1938 cuando se llevó a cabo un proyecto ideado en 1933 para conducir el agua potable desde la calle de los Molinos hasta la Plaza de la Cruz del Llano.
“colocar cuatro fuentes públicas en distintos sitios de esta localidad para el abastecimiento de aguas al vecindario de las que discurren del Barranco del Infierno…dicho servicio no alterará en nada el régimen anterior de aprovechamiento de dichas aguas, inspirándose solamente en que el vecindario pueda hacerlo en condiciones más cómodas; y sobre todo hacer desparecer el peligro que hoy representa para la salud pública, el que dichas aguas se contaminen con grasas y otras substancias nocivas, pasando como pasan hoy por turbinas para mover molinos harineros…para la economía de las repetidas aguas, esta Alcaldía tiene previstas entre otras cosas, que el abasto se haga durante unas cuantas horas por la mañana y otras por la tarde; que no se podrán hacer acoples para casas particulares; y que en dichas fuentes no pueden hacer fregado de recipientes ni tirar en modo alguna cantidad de agua, siendo las llaves que se colocan de las de presión…”
Archivo Histórico de Adeje
Así fueron colocadas en Adeje cuatro fuentes públicas, para el suministro de agua, situadas en la esquina que sube hacia la casa del cura, en La Calle Nueva, en la Calle de la Paloma y en la Plaza de la Cruz del Llano.