Se acerca la festividad de San Sebastián, este año será muy diferente a las anteriores celebraciones de este día tan señalado para las adejeras y adejeros.
En este artículo pretendemos recordar un hecho que aconteció en 1914, una epidemia de varicela y viruela que afectó al pueblo de Adeje y que, gracias a la gestión que hicieron el médico del pueblo, en ese entonces, el Doctor Manuel Fernández Piñeiro, al Alcalde Don Camilo Madero y el párroco Don Eulogio Gutiérrez, pudieron contener la infección y controlar la epidemia.
El 7 de enero de 1915, el médico publicaba un artículo en el periódico La Prensa, relatando los hechos:
…El sangriento año de 1914 que nos dejó como principal legado guerras, asolamientos, fieros males, no quiso despedirse de nosotros sin precisar su nefasta actuación, dejándonos el doloroso recuerdo de una epidemia de varicela y viruela que si bien no ha ocasionado víctimas produce serios trastornos sembrando la inevitables alarma y aumentando el amargo pesar y naturales zozobras que existían motivadas por la execrable conflagración europea. La ingrata visita no nos sorprendió desprevenidos, pues con antelación se había realizado una intensa campaña de vacunación antivariólica, iniciada y gratuitamente practicada por el Inspector municipal de sanidad. Por tan sensible causa, vigorizóse la campaña higiénica emprendida, adoptándose las convenientes medidas para evitar la difusión de la epidemia procediéndose al riguroso aislamiento de los enfermos, instalándose parte de los atacados en la ermita de San Sebastián, convertida en hospital, puesta a disposición de las autoridades por el virtuoso cura párroco don Eulogio Gutiérrez, haciéndose acreedor de nuestra felicitación.
Semejantes circunstancias han servido para exteriorizar una vez más los generosos sentimientos del pueblo que contribuye solicito con toda clase de donativos a mitigar la aflictiva situación de sus convecinos y a la par me proporciona aplausos al digno Alcalde d. Camilo Madero, por su incansable actividad y honradísima gestión.
Este articulo que firmo el Doctor Manuel Fernández Piñeiro, nos confirma ese hecho del uso de la ermita de San Sebastián como lazareto durante esa epidemia de varicela y viruela, contribuyendo al aislamiento de las personas enfermas para evitar el contagio del resto de la población.
De este hecho teníamos constancia por la tradición oral, algunas personas mayores nos recordaban este hecho de haberlo oído a sus mayores. Así en 2015 entrevistamos a don Francisco Lima Trujillo (Adeje, 1928-2020), quien nos dijo: Mi padre me contó (no puedo contar más detalles, lo sé transmitido), que la ermita sirvió de lazareto.
Hubo una epidemia de viruela y allí pasaron todos los que tenían la enfermedad, iban allí a la ermita hasta que se curaban.
También sabemos por la tradición oral que en el camino de la Virgen a la altura de la Tosca Colorada se colocó una cuerda para sitiar la zona, según información debida a D. Manuel Jesús Ramos Hernández (Adeje, 1942).
En ese entonces no había llegado al pueblo la imagen que actualmente veneramos de San Sebastián, que llegó al municipio en 1916, traída de Valencia[3]. Lo que se veneraba era un cuadro del santo que se conserva en la parroquia.