El 14 de noviembre ha sido señalado como el Día Mundial de la Diabetes (DMD) y se celebra desde 1991 por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Diabetes (IDF).
La diabetes es una enfermedad crónica y representa un problema de salud importante a nivel mundial por su elevada prevalencia, por la mortalidad que conlleva y por la repercusión en el entorno familiar y social de la persona que la padece.
Atendiendo a los datos auto-referidos aportados en la Encuesta Nacional de Salud 2011-12, la diabetes en Canarias se encuentra 0.7 puntos porcentuales por encima de la media de diabetes en nuestro país (España: 7% y en Canarias 7.7%), que corresponde a las personas que han sido diagnosticadas.
En Canarias, los datos de mortalidad proporcional en 2013 señalan que la diabetes es la primera causa de muerte en las mujeres y la tercera en los hombres. Las tasas de mortalidad son superiores (5%) en relación a las tasas de mortalidad españolas (3%) durante el período de seguimiento de 1980-2011, aunque la tendencia es decreciente en personas menores de 70 años. La mortalidad evitable por asistencia sanitaria sigue también una tendencia decreciente.
También es importante volver a hacer hincapié sobre el hecho de que la obesidad es una de las principales causas de aparición de la diabetes. En la población adulta española la obesidad ha pasado del 7,4% al 17,0% en los últimos 25 años.
En España hay actualmente casi 9 millones de personas obesas y se considera un importante factor de riesgo para la DM tipo 2, afirmándose que alrededor del 80% de los nuevos casos en personas predispuestas a tener diabetes, pueden estar desencadenadas por la obesidad. Este riesgo aumenta con la edad y es más frecuente en hombre que en mujeres.
En Canarias el porcentaje de sobrepeso+obesidad se encuentra en el 53,3% en el adulto (hombres: 57,4% y mujeres: 49,1%), y con un porcentaje de sedentarismo del 35,5% (hombres: 31,7% y mujeres 39,2%), ambos parámetros se incrementan a medida que aumenta la edad.
Por tanto, para prevenir la diabetes es necesario potenciar los hábitos de alimentación saludable y la actividad física diaria.
Comenzar el día con un desayuno completo (lácteos, cereales y fruta fresca) es importante para aportar a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios tras el ayuno nocturno y permitir un comienzo del trabajo óptimo.
También se debe programar los alimentos a lo largo del resto del día, de forma variada (verduras y hortalizas, legumbres, cereales integrales, fruta fresca, lácteos sin azúcar, pescado, huevos, agua, aceites vegetales, etc.), son alimentos que pueden ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y reducir las complicaciones cuando ya se tiene la enfermedad.
Una alimentación equilibrada debe estar acompañada del ejercicio físico a diario
La actividad física diaria mantiene el peso corporal, evita el sobrepeso y la obesidad y previene la aparición de diabetes.
Las recomendaciones sobre la práctica de ejercicio físico son de 30 minutos 5 días a la semana, con una intensidad moderada a vigorosa. No obstante, las personas con diabetes deben realizar una programación del ejercicio físico de modo individualizado y atendiendo las características de su enfermedad, por lo que es recomendable estar supervisado por su médico.
Se estima que se podrían prevenir o retrasar los casos de diabetes tipo 2 en una proporción del 70% si las personas adoptan estilos de vida saludables: alimentación y ejercicio físico diario, ello equivaldría a reducir la previsión estimada de casos de diabetes, en unos 150 millones, para 2035.
Información tomada de la Dirección General de Salud Pública, Gobierno de Canarias.