Esgrafiado es un término de origen italiano, sgraffiare, que se aplica tanto a la acción artesana como al producto resultante. Es una técnica arquitectónica utilizada para la decoración en el enlucido y revestimiento de muros, tanto en el exterior de los edificios como en el interior.
Se puede considerar como un tipo de grabado realizado sobre una superficie estofada, a partir de dos capas o colores superpuestos que permiten revelar formas o dibujos al retirar o rallar la capa exterior. En la decoración de fachadas suelen utilizarse plantillas con motivos geométricos seriados.
Tuvo su origen en el trabajo artesano de los alarifes mudéjares. El proceso consiste en hacer incisiones o rascar sobre una superficie con una herramienta especial llamada grafio. Requiere de una preparación previa. Se extiende un poco de revoco que generalmente es de tono más oscuro y se deja secar y se extiende una capa fina del mismo color. Antes de que se seque esta cap,a se extiende otra de otro tono que suele ser más claro y con un grosor especial. Al cabo de un tiempo se hace un estarcido, que consiste en estampar los dibujos sobre la superficie pasando una brocha, cisquera o muñequilla por la plantilla donde los dibujos serán recortados y después se hace el rascado y las incisiones. Estas masas o morteros se hacen con cal grasa apagada.
El oficio de esgrafiador aparece documentado en España desde 1650, destacando Cataluña y Castilla.
En Adeje se conservan buenos ejemplos de esgrafiados, concretamente en la Iglesia de Santa Úrsula y en las ruinas de las antiguas cocinas de la Casa Fuerte.
En la Iglesia de Santa Úrsula de Adeje están ubicados en el exterior del edificio, en la parte noble, por donde los Marqueses accedían al templo. Compuestos por motivos decorativos geométricos, series de formas elípticas y romboidales, en colores rojo y blanco, y en la fachada aparecen formas cruciformes en las mismas tonalidades cromáticas. Destaca la cruz esgrafiada que esta en el lateral de la iglesia, con motivos geométricos y en color blanco.
En las ruinas de la Casa Fuerte, lo que corresponde con las antiguas cocinas persisten, al paso del tiempo y sus inclemencias, otros esgrafiados que repiten el mismo esquema y motivo decorativo que los de la iglesia, destacando la cruz esgrafiada, similar a la de la iglesia pero con diferencias cromáticas y de elementos decorativos. También quedan restos de un friso decorativo de esgrafiados en la parte alta del interior de lo que fue ese edificio, con elementos geométricos y una hilera inferior con motivos decorativos que recuerdan a borlas.
En la actualidad, se han conservado estos motivos decorativos de tradición mudéjar, que son muy interesantes para su estudio y contemplación, que persisten al paso del tiempo y que forman parte del patrimonio histórico de Adeje.
