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La tradición canaria de la noche de finados

31 OCTUBRE 2014

La festividad religiosa del día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, celebradas el 1 y 2 de noviembre, hunde sus raíces en la tradición pagana. La globalización ha hecho que cada año coja más fuerza la fiesta de origen anglosajón de Halloween, pero tanto en  España como en Canarias, existieron tradiciones vinculadas a esta celebración, que  coincide con el otoño, el final de las cosechas y la preparación para el invierno.

En España, en la noche  de todos los santos, se escenificaba la obra de Zorrilla  "Don Juan Tenorio", convirtiéndose en una costumbre este estreno teatral.

La tradición en Canarias estaba marcada por un profundo sentido religioso. Son días de enramar con flores las tumbas de los difuntos, de ir a misa a rogar por el alma de ellos y también existía la creencia de la aparición de almas en pena.

No es una fiesta triste, aunque lo parezca. Recordar a los muertos es festejar la vida y con ello se ahuyentaban los temores contando historias de los finados, haciéndolos presentes. Generalmente eran las abuelas las que narraban los cuentos de los que ya no estaban. Mientras tanto, merendaban con castañas, nueces, almendras e higos  pasados, acompañado de vinos dulces, licores o anís.

Al igual que en Halloween, donde los más pequeños piden caramelos por las calles, en Canarias salían con la talega e iban por todas las casas del pueblo pidiendo  "los santitos".  Tocaban la puerta y decían: "¿hay santitos?", y si respondían que sí, depositaban en la talega almendras, nueces, higos y los frutos propios de esta época del año. En Extremadura se da esta misma tradición, pero se llama la " chaquetilla", en la que los pequeños de la casa depositaban esos frutos que les daban los vecinos del pueblo.

En algunas zonas rurales del archipiélago, en la noche de los Fieles Difuntos se celebraba un "Velatorio de Finados". Se velaban durante toda la noche mientras se narraban cuentos y corridos, se bebía vino, se comían castañas, se mataba algún cerdo y hasta se formaba una parranda con timples y guitarras.

Esas tradiciones, hoy en día, se han fusionado con el Halloween anglosajón.


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Hasta el siglo XIX, los entierros se hacían en los templos y en el exterior de los mismos. En el caso de Adeje, la actual torre de la plaza de España se levanta sobre los restos conservados del antiguo osario. Fue una ley del 6 de noviembre de 1813 la que prohibió la inhumación dentro de los poblados. El Gobernador Civil remitió un escrito dirigido al Alcalde Constitucional del Ayuntamiento de Adeje instandole a la rápida fabricación del cementerio, escogiendo para ello el terreno más apropiado, de acuerdo con el cura párroco y un procurador síndico. El costo de las obras debía ser de la parroquia.

Existe un cuadro de ánimas en la nave mayor de la Iglesia de Santa Úrsula de Adeje, que formó  parte del retablo de ánimas que existió y citado en el inventario de altares de 1745. El lienzo se encontró doblado, dentro de una caja de zapatos y en 1995 fue restaurado  por Inés Hernández, gracias al Ayuntamiento de Adeje, poniéndose nuevamente al culto.

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Horario: 8:00 - 15:00 h