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26 DE ABRIL, DÍA DE LA VISIBILIDAD LÉSBICA: LA HISTORIA DE ANDREA Y VICTORIA

26 ABRIL 2023

Hoy, por el día de la visibilidad lésbica, te contamos la historia de Andrea y Victoria…

Su historia comienza en septiembre de 2016 en las aulas del IES El Galeón. Entre libros, clases y apuntes, empieza una relación que se inicia como una amistad. Sin embargo,  Victoria, tuvo claro desde que vio a Andrea por primera vez, que con aquella chica pasaba algo más. Coincidió este momento con los primeros cuestionamientos acerca de su orientación sexual… ella sabía que los chicos no llamaban su atención, por más que hubiera intentado ser como el resto de chicas que conocía, ya que desde su infancia la sociedad se encargó de remarcar que “ella no era como las demás”... de hecho, todavía hoy, resuenan en su cabeza aquellos comentarios de “machona”, “marimacho”que vivió en todas las etapas de su niñez y posterior adolescencia.

 

Andrea, en aquel entonces, vivía esa relación como una amistad y creía tener claro que era heterosexual, hasta que las cosas empezaron a cambiar entre ellas… Cada vez querían pasar más tiempo juntas y disfrutaban de su compañía más que la de cualquier otra persona. Miedos, inseguridad, negación, angustia… fueron los sentimientos que atravesó en aquel momento. No entendía qué estaba pasando y el miedo por el futuro y el “qué dirán” marcaba su día a día.

 

“Salir del armario” en barrios pequeños y rurales de Adeje, como eran La Concepción y Los Menores, era valiente, duro y un riesgo para ellas en aquel entonces. No existían referentes, en los Centros Educativos no se visibilizaban otras identidades que no fueran la heterosexual y se empezaron a sentir cómo “las raras”, a sentir vergüenza y miedo por compartir con los demás aquello que estaban viviendo juntas, en silencio y sin la ayuda de nadie.

 

Pasaron los meses y los sentimientos, los miedos y las dudas no paraban de aumentar… Lo único que tenían claro, es que querían estar juntas y no se iban a separar por nada del mundo, pero el precio a pagar iba a ser muy caro. Pasaron mucho tiempo viviendo en la sombra. Ya vivir en estos barrios era complicado para ellas, pues sin tener coche ni casi transporte público, era muy difícil buscar ratos para verse. Aun así, los parques y las plazas de Adeje tampoco eran un lugar seguro… “¿Y si nos ve una persona de clase y se lo cuenta a todo el mundo?” “¿Y si pasa alguien y se lo cuenta a nuestras familias?”.

 

Las amistades del instituto empezaron a sospechar y a alejarse… se sintieron solas, juzgadas y abandonadas por el entorno. Llegó el día en el que tuvieron que contárselo a las familias. Hubo reacciones de todo tipo, pero ambas recuerdan todavía la frase de: “Para ser felices, van a tener que irse de aquí”. El miedo al “qué dirán” pesaba demasiado.

 

Convencidas de que aquello iba a ser así para el resto de su vida, deciden irse de Adeje a la Orotava. Huir era la única manera de poder seguir juntas… y en ese nuevo pueblo, sin que nadie las conociera, empiezan realmente a vivir su relación de pareja. Lejos de sus amigos y amigas de siempre, de su municipio, de sus familias.

 

Allí, conocen a gente nueva, y las secuelas del rechazo y del miedo siguen marcando sus relaciones. No son capaces de contar que son pareja, y a pesar de estar en un entorno nuevo, continúan presentándose como amigas, primas, etc.

 

Actualmente, tras 6 años de relación, y ya de vuelta en Adeje, viven su relación con libertad y orgullo, pero todavía cargan con la mochila de la lesbofobia y la discriminación que vivieron. Contaban que, aún no son capaces de tener muestras de cariño en público, que les cuesta darse un beso o agarrarse la mano por la calle, y que siguen sufriendo esa “heterosexualidad” presupuesta en nuestra sociedad. Todavía hoy, sienten miedo e inseguridad al visibilizarse en entornos sociales y laborales, pero si algo tienen claro después de todo lo vivido, es que nada ni nadie va a poder con lo más importante, el amor que sienten la una por la otra.

 

De hecho, nos dejan un mensaje para todas aquellas chicas de Adeje que nos puedan estar leyendo:

 

Victoria: “Yo les diría que nunca dejen de creer en lo que son y  que no  intenten  tapar o autoconvencerse de que no son eso, porque si lo son y no hay nada más bonito que sentir… es algo que no se decide, se siente”.

 

Andrea: “Y que pidan ayuda… porque si en su día hubiera existido un servicio como Adeje Diversa, yo hubiera ido sin pensarlo dos veces”.

 

Por ello hoy, en el Día de la Visibilidad Lésbica, te recordamos que Adeje Diversa es un servicio dirigido a personas LGTBIQ+ y que si necesitas ayuda y/o orientación social/psicológica puedes llamar o escribir un WhatsApp al 687 223 672 o en [email protected]

 

El proyecto Adeje Diversa es una iniciativa ejecutada por la Asociación Rayuela, financiada por el Gobierno de Canarias a través de la Dirección General de Diversidad, y por el Ayuntamiento de Adeje a través de la Concejalía de Políticas de Igualdad

 

 

 

 

 

 


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