Ponte las Botas visitó la isla vecina de la Gomera. Allí una persitente niebla abriga uno de los mayores tesoros del teritorio nacional, las espléndidas y misteriosas selvas de laurisilva canaria del Parque Nacional del Garajonay. Desde la ruta del Reventón el sendero se adentra por sus umbrías hasta llegar a la blanca ermita de Lourdes. Se trata de una de las rutas más emblemáticas del Parque con una duración de cerca de cuatro horas y media que transita por el riachuelo del Cedro. La pertinaz influencia de las nubes alimenta a uno de los bosques más extraordinarios de la Tierra, regalándonos un maravilloso paisaje de variados verdes.