En Adeje fue plantado en 2011 un esquizúchil o árbol sagrado del Santo Hermano Pedro, siendo uno de los municipios canarios que cuenta con este ejemplar arbóreo.
El motivo por el que se plantó este singular árbol en nuestro pueblo fue por los vínculos que la familia del Santo Hermano Pedro tenía con la Casa Fuerte de Adeje.
En el primer tercio del siglo XVI, consta la existencia de antepasados suyos avecindados en Adeje, como el matrimonio de sus tatarabuelos paternos Juan de Betancur y Catalina Delgado, su bisabuelo Juan de Betancur llegó a ser alcalde de Adeje y maestro de azúcar, casó en 1583 con Catalina Rodríguez, teniendo cuatro hijos el matrimonio, uno de ellos Amador González, fue el padre de nuestro Santo.
El Santo Hermano Pedro extendió la popularidad de esta especie, que ya para los aztecas sus flores eran muy preciadas. Esas flores blancas y fragantes se las consideran que tenían cura milagrosa para muchas dolencias humanas. Las propiedades medicinales se conocían desde la época prehispánica por el efecto antimicrobiano y antiinflamatorio de la infusión de sus flores.
El Santo Hermano Pedro (1626-1667), destacó por numerosas virtudes como la humildad, la caridad, la perseverancia, la paciencia, la sinceridad, la honradez, la prudencia, la solidaridad, la gratitud por todo lo recibido. Dejó más de un centenar de escritos y pensamiento, algunas de sus citas célebres reproducimos a continuación:
“Acordaos, hermanos, que un alma tenemos, y si la perdemos no la recobramos…”
“Examina bien tus obras, huye de la vanidad que a muchos ha derribado sin poderse levantar.”
Este árbol se ha convertido en un símbolo de los vínculos de nuestro pueblo con el primer santo canario, el Santo Hermano Pedro, que a su vez es el patrón de los taxistas de Adeje.
