El Retablo de la Virgen del Rosario, es un retablo Barroco perteneciente al S. XVIII. Situado en la nave del Evangelio en la Iglesia de Santa Úrsula Mártir en el municipio de Adeje. Su construcción fue ordenada en 1.744 por Antonio de Herrera y Ayala, Marques de Adeje y Conde de la Gomera.
Está compuesto por sotobanco, banco y dos cuerpos. El primer cuerpo tiene una hornacina flanqueada por dos columnas salomónicas con pámpanos de vid y racimos, sus capiteles corintios, a sus lados dos paneles el de la izquierda, con las palabras “Ave María” y el de la derecha con “Gratia plena”. Sobre ambos una decoración vegetal tallada y dorada. Las calles laterales finalizan con unos estípites. El segundo cuerpo de solo una calle, esta precedido por el escudo de los Condes, rodeado por un Rosario.
La técnica es talla en madera y policromado al temple a la cola y dorado con oro fino.
El estado de conservación era pésimo.
En general la estructura principal del soporte se encontraba en buen estado, solida y fuerte, salvo alguna moldura inferior, a pie de suelo, que se encontraba suelta.
Por algunas zonas se observaron indicios de un principio de ataque de xilófagos, pero que no prospero, en el momento de la intervención no existía presencia de xilófagos de forma activa.
Faltaban muchísimas piezas y trozos de molduras, fundamentalmente en la zona inferior del retablo. También por esta zona existían clavos añadidos y grietas en la madera.
Tanto la preparación como la policromía presentaban un estado lamentable, estas capas estaban completamente descohesionadas entre si y con respecto al soporte. existían muchas lagunas de las mismas, con muchos desprendimientos y embolsamientos, por muchas zonas presentando un aspecto pulverulento.
Toda la superficie policromada estaba cubierta por una capa de barniz completamente oxidada, presentando un aspecto muy oscuro que distorsionaba los colores originales. También existían muchos repintes puntuales acentuándose en parte baja, también otros repintes mas generalizados como la hornacina y el frontal.
En el tratamiento de conservación y restauración, tratamos de devolver a la obra su estado original, saneando y frenando los procesos de deterioro, siempre sin falsear el original.
En primer lugar, se consolida la policromía y preparación, en las zonas de embolsamiento, pulverulencia y desprendimiento.
De forma preventiva se aplica un desinsectante.
En el soporte de madera, se refuerzan las molduras que estaban sueltas y se realizan talladas en madera todas las piezas y molduras que habían desaparecido, así como los pequeños trozos se reintegran con resina.
Se elimina completamente la capa de barniz oxidado que cubre toda la superficie policromada, también se eliminan todos los repintes existentes.
Las lagunas de preparación se reintegran y las faltas de policromía, esto se realiza utilizando colores reversibles e inocuos y completamente discernible del original.
Finalmente se aplicada una protección.
