El culto candelariero en Adeje ha sido una constante a lo largo de los siglos, influenciados por los Marqueses de Adeje, vinculados a esta devoción mariana ya que desde 1659, los Ponte aparecen como Patronos de la Provincia de Ntra. Sra. de Candelaria y bienhechores de su santuario, figurando en los inventarios parroquiales de Adeje imágenes de la Candelaria desde 1684.[1]
En el directorio de la Casa Fuerte se establece la celebración de la festividad del 2 de febrero, día de la Candelaria:
“…El excelentísimo Señor Don Juan Bautista de Herrera, conde, marqués mi padre y señor , por dicho testamento por la cláusula nueve y treinta y nueve dejó dispuesto se celebre en cada un año en esta dicha Iglesia Parroquial la festividad de nuestra Señora de Candelaria el día dos de febrero con vísperas, misa cantada , sermón y procesión y para gastos de cera, limosna de mesa y lo demás expresado señala se consuman hasta ciento cincuenta reales o los que menos pudiera a cuyo cargo estuviere a su arbitrio, el cual aniversario se ha cumplido desde el fallecimiento de dicho señor mi padre hasta el año de mil setecientos veintiocho.[2]”
Esto atestigua la celebración en nuestro pueblo adejero y en la parroquia de la festividad de la Purificación.
En un artículo de prensa publicado el 14 de agosto de 1926 sobre el antiguo tesoro de la Virgen de Candelaria, lo que desapareció y lo que se conserva aparece reflejado lo que el Conde de la Gomera, Juan Nicolás de Ponte, regaló a la imagen, una gran joya de pecho de oro, diamantes y esmeraldas, y que fue una de las joyas que salvó un fraile lego tras el diluvio de 1826. En el convento de Candelaria se celebraban los Capítulos Provinciales de la Orden de Santo Domingo en Canarias. En él eran recibidos con honores los Patronos, los Condes de La Gomera y Marqueses de Adeje que tenían en el convento dominico panteón para enterramiento en la capilla lateral de San Juan Bautista.[3]
En el Libro de Milagros de la Virgen de la Encarnación, aparece un dato curioso de 1742. El testimonio es del Reverendo Padre dominico Francisco Polegre, quien dice que estando celebrando el Día de la Purificación (día de Candelaria), en la Iglesia, se sacaba en procesión a la Virgen de la Encarnación y que estando en la procesión vio como el color de su cara dejaba de ser pálido para volverse encarnado[4], hecho milagroso de la imagen.
Lo curioso es que por esa festividad de la Candelaria se usara la talla de la Encarnación, y que no se usase la imagen de la Candelaria que figuraba en los inventarios parroquiales. Quizás, deba ser a que por ese entonces no existiese la imagen de la Candelaria, y que ésta llegase años más tarde, en 1765, encargada por el Marqués Domingo José de Herrera al escultor
Sebastián Fernández, como publicó José María Mesa Martín en Imagen y reliquia nuevos estudios sobre la escultura antigua de la Candelaria.[5]
Cuando se produjo la pérdida de la imagen en el diluvio de 1826, para la celebración de la festividad de la Candelaria el 2 de febrero de 1827, tanto los frailes dominicos como el Obispo Folgueras y sobre todo el canónico de la Catedral, Agustín Salazar[6], que había sido párroco de Adeje, solicitaron prestada la imagen de la Candelaria de Adeje. Se pagan varios reales a Pepe de Diego y a Santiago Cuello para ir a Adeje a lo de la Virgen, apuntando que en último caso fue en vano.[7]
En Adeje siempre existió el rumor de que la talla de la parroquia era la original. Leyendas y rumores que se difundieron durante el siglo XX, gracias al maestro tauchero Fermín Fraga, que en 1916 publicaría dos artículos en la Gaceta de Tenerife titulados La Candelaria de los Guanches en Adeje. Él se hace eco del rumor en el pueblo de que la primitiva imagen es la que está en nuestro pueblo. Ese rumor ha pasado de padres a hijos sin ninguna otra explicación que le dé consistencia y vigor, y que quien intente indagar no encuentra más que un rumor.[8]
En 1963, el pueblo de Adeje recibió la visita de la Candelaria, es su peregrinación por todos los pueblos de la isla para buscar financiación para la construcción del seminario. En esos días se produjo en encuentro entre las dos imágenes, llegando a procesionar por la Calle Grande ambas tallas marianas.
En 1973, el barrio de Armeñime solicitó a la Parroquia la imagen de la Candelaria para celebrar una fiesta en Armeñime en su honor, dando origen a la fiesta de este populoso barrio adejero, que en la actualidad venera como patrona a la Virgen de Candelaria, una talla que fue adquirida por los vecinos, traída desde la Península, y años más tarde restaurada por Ezqeuiel de León. Armeñime representa en Adeje la continuidad del culto candelariero.
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[1] Díaz Frías, Nelson. La historia de Adeje, Ayto. de Adeje-CCPC, 1999, P 212.
[2] Fumero Álvarez, Marai Gloria, Directorio de la Casa Fuerte, Ayto. de Adeje- Museo Canario, 2003, p 60-61.
[3] La Prensa, 14 de agosto de 1926.
[4] Rodríguez Fraga, José Miguel, Libro de Milagros de la Virgen de la Encarnación, Ayto. de Adeje, 1994, p 45.
[5] Rodríguez Morales, Carlos. Imagen y reliquia, nuevos estudios sobre la antigua escultura de la Candelaria. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, 2018. p 105, artículo de José María Mesa Martín, La verdadera historia de la Candelaria de Adeje.
[6] http://blog.octaviordelgado.es/adeje-don-agustin-de-salazar-1747-1833-parroco-de-san-pedro-de-daute-beneficiado-de-adeje-durante-44-anos-y-canonigo-mas-antiguo-de-la-catedral-de-la-laguna/
[7] Lorenzo Lima, Juan Alejandro. Una efigie en su coyuntura creativa e histórica. La Virgen de Candelaria tras el aluvión de 1826. III Jornadas de Historia del Sur de Tenerife, celebrada en noviembre de 2013. Ayto. de Arona.
[8] Gaceta de Tenerife, 20 y 22 de mayo de 1916.