Este fin de semana nos aventuramos en una experiencia única junto a los niños y niñas, explorando la belleza y tranquilidad de un sendero familiar. Fue una jornada que nos dejó recuerdos inolvidables, llena de risas, descubrimientos, y, cómo no, alguna que otra gota de lluvia que solo sumó a la diversión.
Desde el inicio, los pequeños y pequeñas se mostraron entusiasmados/as al explorar cada rincón del camino, observando plantas, flores y todo tipo de curiosidades que nos ofrece la naturaleza. Con cada paso, descubrían el mundo desde una perspectiva nueva, con la inocencia y la curiosidad que caracteriza a los niños y niñas, llenándonos a todos de energía y entusiasmo.
La aventura no terminó en el sendero. Nos dirigimos al Forestal Park, donde tanto grandes como pequeños desafiamos las alturas en las tirolinas, una experiencia llena de adrenalina que arrancó gritos de emoción y sonrisas que nos acompañarán por mucho tiempo. Luego, nos reunimos para un picnic en medio de un entorno natural donde reinaba la tranquilidad y la buena compañía. Compartimos alimentos, anécdotas y risas, disfrutando de ese tipo de momentos que fortalecen los lazos familiares y crean recuerdos duraderos.
Fue un día inolvidable que nos recordó la importancia de salir de la rutina, de acercarnos a la naturaleza y, sobre todo, de participar y convivir.