Cada cinco años, todos los adejeros estamos llamados a un encuentro especial con Jesucristo Nuestro Señor; con el que es: “el Camino, la Verdad y Vida”. Ese encuentro lo realizamos a través de la figura de Nuestra Señora de la Encarnación que nos ayuda y nos acompaña en nuestras vidas, en nuestros caminos vitales y andares por este siglo XXI marcado esencialmente por las nuevas vías de comunicación que unen, que globalizan un mundo que sigue padeciendo las mismas carencias que antaño movilizaron y sirvieron a nuestros antepasados para acudir a aquella que trajo la Salvación al mundo.
María es puerta del cielo, de ahí que tiña nuestros caminos del azul de la divinidad, para recordarnos que por su Hijo estamos llamados a formar parte del Reino de Dios, aunque nuestra humanidad, esté teñida del rojo del sufrimiento en muchas ocasiones.
De ahí que los párrocos de Adeje inviten a todos los fieles y personas de buena voluntad dejarse cubrir en los diversos caminos de nuestro municipio por el manto azul de Nuestra Madre, dejarse aliviar el peso de nuestras cruces por la que estuvo siempre al lado de Jesús en todos los momentos difíciles. María Santísima es para muchas mujeres modelo de fortaleza, de sabiduría e intercesora en la vida de muchos de nosotros.
En este tiempo en que la Iglesia Universal se dispone a comenzar un nuevo tiempo, un nuevo camino misionero, en este tiempo que nuestra Diócesis prepara un nuevo plan pastoral, que la sitúa en salida hacia una nueva Evangelización, le pedimos a Nuestra Señora de la Encarnación que nos visita, la ayuda y fortaleza necesaria para afrontar los retos de este tiempo nuevo que se nos presenta.
Madre excelsa de la Encarnación con el corazón abierto te esperamos, a ti que portaste en tus entrañas a Nuestro Salvador, te pedimos tu protección y que seamos merecedores de las promesas de la resurrección. Que el Espíritu santo que te hizo llena de gracia, extienda la paz en el mundo y que la Iglesia que tu Hijo fundó alcance el triunfo de la gloria eterna.
Dios te salve Reina y Madre de la Encarnación.