María de Adexe, hija del mencey de Adeje D. Diego de Adexe (Pelinor), aparece con el nombre de María de Adexe, María de Lugo y María Díaz..
Casada con D. Pedro de Adexe, un pariente muy cercano y en segundas nupcias con Andrés de Llerena o de Güímar, considerado “guanche principal del bando de su apellido”.
En 1514, María de Adexe fue nombrada tutora de la hija e hijos que había tenido con su primer marido, a quienes nombra en su testamento, Isabel Pérez, Juan de Regla y Marcos Pérez, y en 1528 fue nombrada tutora de los hijos habidos de su segundo marido.
El Adelantado Alonso Fernández de Lugo fue el padrino de bautizo tanto de María de Adexe como de su madre Catalina de Lugo (Ifoncheara).
María de Adexe o de Lugo heredó de su padre tierras en el valle de Masca, donde también residió. Siendo viuda de Pedro de Adexe, obtuvo de Alonso Fernández de Lugo 100 fanegadas de tierras en Adeje, según consta en la siguiente data del 14 de agosto de 1514:
"Maria de Lugo, mujer de Don Pedro, difunto, naturales de esta isla de Tenerife. 100 f. de s. en el término de Adexe, adonde dice Tijoco, q. han por linderos de una parte el barranco de Erques e de la otra el barranco de Tijoco, e de la banda de arriba Garia e de la banda de abajo Venenchegue(...) en vecindad porque vos e el dho. vuestro marido sois naturales della e habéis tenido e tenéis en ella vuestros hijos e facienda e casa poblada."
Aparte de estas tierras María de Lugo poseía una gran riqueza en ganado cabrío, que llevó de dote cuando casó con Andrés de Güimar.
Consta un caso de violación que sufrió la "reina de Adeje" o una de sus hijas, que sufrieron por parte de un sobrino del adelantado: Jerónimo Valdés
"Iten si saben etc. e conoscieron a una guancha natural deesta isla que se nonbrava la reina de Dexe e si saven que por que se querello del teniente Gerónimo de Valdés, diziendo que se avía querido hechar a una su hija, que aun que esto no se averiguó ni provó, le quitó la vara de la justicia y lo desterró desta isla e nunca mas se a volvió."
Murió en Buenavista y en su testamento dado el 16 de octubre de 1530 ante el escribano Rodrigo Fernández, menciona la Iglesia de Río de Adeje a la que le deja media dobla y otra media a la ermita de Taucho. Nombra herederos de sus bienes a sus hijos e hijas por igual.
María de Lugo representa a la mujer guanche que se adapta a las nuevas normas sociales, pues no sólo es una de las pocas mujeres que recibe tierras a su nombre en las datas, sino que además consigue la tutela de sus hijos y sus descendientes. Y no solo gozaron de cierta consideración en la nueva sociedad, sino que se perpetuaron a través del tiempo en lo que fue el menceyato de Adeje.