María Reig es una joven mujer escritora que cautiva a su público a través de sus novelas históricas.
Nacida en Barcelona y afincada en Madrid, da rienda suelta a su imaginación mediante la escritura desde que era una niña.
Periodista de formación, escribió durante los años de carrera el primer manuscrito de “Papel y Tinta”, y tras la publicación de esta novela (un recorrido nada sencillo) decidió que la literatura era el camino que debía seguir.
Desde entonces, ya son cuatro las novelas publicadas por María Reig. Pero hoy, nos dedica un ratito para hablar sobre ella como escritora, sus obras y el papel de la mujer en la literatura y en la historia.
1- “Papel y Tinta” supuso un antes y un después en que decantases tu camino profesional hacia la literatura, pero publicar esta novela no fue fácil ¿Puedes contarnos cómo logra ver la luz esta primera obra?
El camino de Papel y Tinta hacia los lectores llevó su tiempo. Al terminar el manuscrito, probé a moverlo por varias editoriales, pero no respondieron o la contestación fue negativa. Así que me decidí a autopublicarme vía Amazon. No obstante, era consciente de que, si no desarrollaba un plan de marketing y comunicación asociado al lanzamiento, nadie se enteraría de que la novela existía. Así que eso hice. Enseguida me percaté de que iba a necesitar invertir en muchas de las acciones de ese plan. Para recaudar fondos, activé una campaña de micromecenazgo o crowdfunding en Verkami que, a su vez, supuso el primer escaparate de Papel y Tinta. Grabé un vídeo hablando de la novela por distintos espacios de Madrid que aparecen en ella, también concreté el presupuesto, las recompensas y lo conecté todo con la ficción de la obra. En las primeras 25 horas de campaña, logré el objetivo de recaudación. Al terminar los 40 días de margen, lo había logrado duplicar gracias a las aportaciones de más de 130 mecenas. El proyecto llegó a oídos del ayuntamiento de la localidad en la que yo residía por entonces, Colmenar Viejo. El entonces alcalde, Jorge García, quiso dar visibilidad al crowdfunding para ayudarme a llegar a más gente. Borja García, de su equipo de comunicación, al conocerme y descubrir todo lo que había detrás de Papel y Tinta, lo compartió con Gonzalo Albert, editor de Suma de Letras que, después de leer el manuscrito, me ofreció publicar en el sello. Di la opción a los mecenas a recuperar su dinero, ante el cambio de planes; actualicé el presupuesto para ser transparente con las modificaciones. Y todos decidieron quedarse. Fue una lección de generosidad con mayúsculas. Yo, en colaboración con la editorial, pude mejorar las recompensas y, evidentemente, el apoyo de los mecenas me permitió pagar una serie de gastos que no iba a asumir la editorial.
2- ¿Crees que el hecho de que, en un primer momento, las editoriales rehusaran publicar tu primera novela tuvo que ver con que seas mujer y joven?
Quiero pensar que no. En parte porque pienso que la mayoría de los manuscritos no llegan a esa etapa de valoración. Es complicado llegar a las editoriales cuando no tienes contactos. Aunque existen canales, están saturados. Por eso creo que es importante no rendirse y buscar fórmulas para llamar su atención.
3- Cuando escuchas que actualmente las mujeres tienen más facilidad para publicar que un escritor hombre y que, al contrario de lo que ha pasado durante toda la historia, haya hombres que se esconden bajos seudónimos femeninos ¿Qué piensas?
No tengo la sensación de que ser mujer me haya dado ninguna ventaja en el mundo editorial. Al contrario. Me he visto inmersa en debates sobre etiquetas que no tengo claro que experimente un escritor hombre. También en comentarios constantes sobre mi edad. He sido testigo de cómo nadie comenta la juventud de escritores hombres que tienen los mismos años que yo.
4- Cada vez son más las mujeres que cultivan el género histórico en literatura y crean obras de gran calidad, pero la realidad es que históricamente, ha sido un género literario altamente masculinizado. ¿Has sentido alguna vez que se te ha tratado de forma diferente, con condescendencia?
Constantemente, aunque espero que vaya a menos. Por un lado, me gusta demostrarlo a través del trabajo. Pero, por otro, he tenido que escuchar, por activa y por pasiva, que mis novelas no eran históricas. O que escribo “narrativa femenina” o “romántica de época”. Con respecto a la segunda etiqueta, no tengo nada en contra, pero no es lo que escribo. Considero que un año de documentación de una escritora y de un escritor vale lo mismo si está bien ejecutada. No entiendo por qué se cuestiona solo en nuestro caso.
5- Hablemos de tus novelas.
Hasta ahora has publicado: “Papel y Tinta” (2019), “Una promesa de juventud” (2020), “Los mil nombres de la libertad” (2022) y “Sonó un violín en París” (2025).
Todas ellas tienen como protagonistas a mujeres.
En “Papel y Tinta”, Elisa Montero que desea trabajar como periodista, aunque esta sea una labor reservada a los hombres en la España de principios del siglo XX.
En “Una promesa de juventud”, Charlotte, una exalumna de un internado internacional suizo, narra sus vivencias en un territorio neutro ante la Segunda Guerra Mundial a la joven Caroline Eccleston que está realizando su tesis en 1970.
En “Los mil nombres de la libertad”, Inés Villalta, tinerfeña de familia burguesa, viaja a la Península tras la Guerra de la Independencia, en 1815, para ayudar a su familia.
En “Sonó un violín en París”, entre los personajes principales está Clara Balaguer que, junto a otros intelectuales burgueses, afincados en Francia, emprenden un viaje por la Europa de la Belle Époque (finales del siglo XIX). Clara, es una virtuosa violinista que ha tenido la suerte de poder vivir de la música, pero ella quiere poder decidir sobre su carrera y componer sus propias partituras. Algo que no parece convencer a sus mecenas y protectores: El matrimonio Dupont.
En todas tus novelas, todas las protagonistas son mujeres inconformistas que, de un modo u otro, defienden su independencia y luchan contra los convencionalismos de la época y los estereotipos de género arraigado en las sociedades patriarcales a las que pertenecen. ¿Crees que existe una deuda histórica con las mujeres?
Por supuesto. Y creo que es importante que, conforme recuperamos lo que se puede rescatar sobre la realidad de las mujeres en el pasado, les hagamos justicia comprendiéndolas y no invisibilizándolas con enfoques presentistas. Todas las mujeres de mis novelas tienen sus luchas, pero intento que sean hijas de su tiempo. Ninguna es una mujer feminista de 2025, pero opino que eso está bien. Porque la mujer feminista de 2025 es posible gracias a todas las antepasadas que, a su manera, con victorias grandes y pequeñas o con tropiezos, nos han llevado hasta donde estamos en la búsqueda de esa igualdad real.
6- Tus obras se centran en los siglos XIX y XX. Son siglos convulsos en Europa y con clara invisibilidad de mujeres que, sin embargo, participaron de la vida social y política en casi todos los países: las sufragistas y las olas feministas, las primeras mujeres universitarias, las artistas plásticas de los movimientos de vanguardias… ¿Por qué estos siglos?
Me interesan mucho a nivel histórico porque creo que nuestra sociedad hunde gran parte de sus raíces en ellos. Es imposible entender la sociedad del siglo XXI sin mirar a esas centurias que nos precedieron. En todos los aspectos y también en el de la mujer. Pero, insisto, cada mujer en su tiempo y con sus circunstancias.
7- Sé que es pronto, acabas de publicar “Sonó un violín en París” y estás en plena promoción, pero ¿Ya estás pensando en la siguiente novela? ¿Puedes darnos alguna pista?
Solo puedo adelantarte que sigo en la novela histórica.
8- Has estado en Tenerife presentando algunas de tus anteriores novelas. ¿Volverás para hablarnos de “Sonó un violín en París”?
Ojalá, me encantaría. Si voy, lo anunciaré en mis redes sociales para poder encontrarme con los lectores tinerfeños. Siempre ha sido una experiencia maravillosa.
Esperamos que Adeje se encuentre entre los próximos destinos, y podamos disfrutar de tu visita para conversar largo y tendido sobre literatura.
María, quiero agradecerte que hayas dedicado tu tiempo a hablarnos sobre tus obras, sus protagonistas y sobre ti. Ha sido un placer.
Ana Moruno Rodríguez
Historiadora del Arte