Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer un correcto funcionamiento y una navegabilidad óptima.
Para más información, consulta nuestra política de cookies.
ACEPTAR TODAS LAS COOKIES
CONFIGURAR LAS COOKIES A UTILIZAR
Salud, calidad de vida y bienestar animal  >  Igualdad y diversidad  >  Blog  > La libertad de amar escrita en verso: Safo de Lesbos

La libertad de amar escrita en verso: Safo de Lesbos

24 JUNIO 2024

Existe en el mar Egeo, cerca de la actual Turquía, una pequeña isla: Lesbos. Escenario hoy de vivencias dramáticas protagonizadas por miles de refugiados que buscan asilo, anhelando una vida libre y digna.

Un territorio, cercado por agua en el que siglos atrás nació, vivió y falleció nuestra protagonista: Safo. Símbolo de la libertad y el amor hacia las personas que se contrapone a la situación de dificultades que hoy viven aquellos que la habitan.

Safo de Lesbos fue una de las mujeres más relevantes de la Grecia preclásica. Fue una poeta precursora que se ha convertido en una de las más relevantes del mundo occidental. No tuvo fácil vivir como quiso, como tantas mujeres de la época: silenciadas, olvidadas o borradas de la Historia.

Mujer pionera en la Historia de las Mujeres, cuya vida y obra nos ha llegado de forma muy fragmentada. Los datos biográficos que conocemos de ella se han extraído de sus poemas y de lo que dicen de ella otros autores coetáneos y posteriores a la poeta.

De su obra sabemos que escribió en torno a 10000 poemas, aunque únicamente se conservan unos 600 (menos del 6% de su producción). Gran parte de su obra se perdieron en los distintos incendios que sufrió la Biblioteca de Alejandría y, de las composiciones que sobrevivieron a los incendios, fueron destruidos en la Edad Media por Papas y escolásticos que veían en Safo una mujer del mal, pecadora y pecaminosa, indigna de ser leída. Safo y sus poemas podían persuadir y corromper las mentes de los piadosos cristianos y cristianas que debían seguir el camino marcado en las Sagradas Escrituras.

En 1897, se descubren unos papiros en Egipto, escritos en varias lenguas: griego, latín, árabe…y escritos en diferentes épocas. Entre los textos hallados, aparecieron algunos poemas de Safo desconocidos hasta el momento y que permitieron conocer algo más sobre ella.

De su vida, sabemos que debió nacer en torno 650 a.c. en Mitilene, localidad griega situada en una colina de la isla de Lesbos. De familia noble, se piensa que su padre era un comerciante de vino y de su madre, únicamente sabemos su nombre: Cleis.

Poco más sabemos de la infancia y juventud de Safo. Algunos textos escritos por autores posteriores a ella, nos dicen que se casó en Siracusa y fruto de ese matrimonio nació su única hija, a la que puse el nombre de su madre: Cleis.

Al enviudar, muy joven, volvería a Mitilene y será ahí cuando comienza a escribir sus poemas.

A ella le debemos la invención de una estrofa poética que fue reproducida por autores coetáneos a la joven egea y aún hoy se sigue utilizando. Se trata de la estrofa sáfica que se compone de cuatro versos: tres endecasílabos y un pentasílabo.

En su ciudad natal, Mitilene, fundó una institución para educar y formar a jóvenes.  Esta academia, “La casa de lar servidoras de la Musas” estaba dedicada a la diosa Afrodita, diosa del amor y la belleza. En ella las jóvenes griegas aprendían poesía, música, canto, teatro, hacían guirnaldas de flores…

Sin embargo, esta escuela de formación a las jóvenes egeas ha sido calificada por algunos autores como lupanar en el que las cortesanas o hetairas practicaban la prostitución.

Es necesario comprender que lo que hoy entendemos como homosexualidad, en tiempos de Safo no era algo singular. En la Antigüedad clásica el amor entre personas del mismo sexo era algo frecuente.

Por los poemas de Safo podemos entrever que probablemente se enamoró de algunas de las alumnas de su academia, y algunos de estos amores de la poeta no fueron correspondidos. Así en su Himno a Afrodita, le ruega a la diosa que medie para lograr ser correspondida:

“Inmortal Afrodita la del trono pintado

la hija de Zeus, tejedora de engaños, te lo ruego:

no a mí, no me sometas a penas ni angustias

el ánimo, diosa.

Pero acude aquí, si alguna vez en otro tiempo,

al escuchar de lejos de mi voz la llamada,

la has atendido y, dejando la áurea morada

paterna, viniste,…”

En sus poemas, Safo defiende que las jóvenes no deben enamorarse con el único fin de ser desposadas, sino que debían hacerlo por el placer de amar y ser amada por otra persona (hombre o mujer).

La poeta fue muy valorada en su tiempo, y gozó de prestigio social.

Este respeto hacia Safo se reflejó en las composiciones de otros autores. De ella dijo Platón que era una poeta notable, y la apodó con el sobrenombre de “La décima Musa”, poniéndola así al mismo nivel que Clío (Musa de la Historia), Calíope (Musa de la Poesía épica), Euterpe (Musa de la Música) …

Evidenciando así la influencia que Safo tuvo sobre muchas personas.

De su muerte, tampoco sabemos cómo ocurrió.

Ovidio, en su obra “Heroínas” (S. I a.c.), toma como protagonista a Safo en una de sus cartas. En ella relata que Safo se enamoró de Faón, ser mitológico de gran belleza que enamoraba a todas las mujeres y diosas, pero no correspondía a ninguna.

Ante la imposibilidad de conseguir el amor de Faón, Ovidio cuenta que Safo subió a un pedregal de la isla y se despeñó por él, muriendo en aquel instante.

Sabemos que la narración de Ovidio no es cierta, aunque evidencia el romanticismo de morir por amor tan pregonado por los autores clásicos.

La realidad es que Safo debió morir en torno al 580 a.c. a una edad avanzada. En uno de sus últimos poemas ella misma habla de los estragos que la vejez están causando en ella. “…y a la vejez toda mi piel y blancos se han hecho mis cabellos que eran negros… y ya no me sostienen las rodillas… igual que los cervatos… ¿pero ¿qué puedo hacer? …”

Tras la muerte de Safo, se acuñaron monedas con su rostro, lo que nos hacer reflexionar acerca de la importancia que debió tener en su época.

A finales del siglo XVIII, autores y autoras románticos ensalzan a Safo y a su defensa de amar hasta límites impensables: Amar hasta que duela o morir de amor fueron algunas de las premisas expresadas en sus obras.

Será a mediados del siglo XIX cuando se toma el nombre de Lesbos para crear un término que se refiera al amor entre mujeres. Nace así la locución: Lesbianismo.

Hoy podemos ver la mayor parte de los poemas conservados de Safo de Lesbos en el Museo de Ashmolean, en Oxford.

Ana Moruno Rodríguez

  Historiadora del Arte


C/ Grande, 1   38670, Adeje
Horario: 8:00 - 15:00 h