El tercer sábado de octubre de cada año se conmemora el Día de Acción por la Despatologización de las Personas Trans. Activistas, personas trans y no binarias alrededor del mundo reivindican sus identidades, corporalidades y subjetividades, y visibilizan las consecuencias que genera patologizarlas.
Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de “despatologizar”’? Despatologizar proviene de “patología”, cuyo uso corriente alude a una enfermedad física o mental que padece una persona, por tanto, se refiere a la lucha por la erradicación del trato a las personas trans como enfermas físicas o psíquicas.
En el año 1973 la Asociación de Psiquiatría Americana (APA) afirmaba que la homosexualidad no es un desorden mental diagnosticable, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1990 eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y la aceptó como una variación de la sexualidad humana. Recientemente, en el año 2018, la OMS elimina la transexualidad de su lista de enfermedades mentales para pasar a formar parte de un epígrafe denominado “condiciones relativas a la salud sexual”. Hasta ese entonces, la transexualidad era catalogada como un trastorno psicológico denominado “incongruencia de género”.
La modificación de la OMS fue un logro para el colectivo de disidencias sexuales, que exige la despatologización total de la transexualidad. Además, hace unos meses, se aprobó la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, una ley que precisamente lucha contra esta “despatologización” apartado el proceso de resignación de género y nombre de los diagnósticos médicos y psicológicos con la finalidad de que no sea evaluado como como si fuera un trastorno mental.
Sin embargo, debemos preguntarnos, ¿Hemos alcanzado una despatologización social? ¿Cómo sigue siendo el día a día de las personas trans? A pesar de los avances en materia legislativa, todavía queda un gran trabajo en cuanto a la ampliación de esa “igualdad real y efectiva” en los contextos sociales y laborales que permita a las personas trans acceder en igualdad de condiciones a sus derechos y oportunidades.
Actualmente, las personas trans siguen siendo el colectivo con mayor tasa de paro en nuestro país, con una tasa del 80%, lo que dificulta enormemente la inclusión social y condena casi sin opción a una rueda de exclusión, discriminación y violencia de la que en muchas ocasiones es muy complejo salir.
Por ello, desde el Proyecto Adeje Diversa, consideramos fundamental acompañar y sumar en a la lucha de las personas trans con el objetivo de alcanzar el espacio que durante mucho tiempo se les ha negado, como personas merecedoras de derechos. Para ello, te ofrecemos el Servicio de Atención Psicológica, Atención Social y Orientación Laboral e InfoSex Adeje (pruebas rápidas de VIH, Sífilis y Hepatitis C). Puedes contactar con nosotras a través del 687 223 672 o en [email protected].
Adeje Diversa es un proyecto ejecutado por Asociación Rayuela y financiado por el Ayuntamiento de Adeje a través del Área de Salud y Calidad de Vida, y la concejalía de Igualdad y Diversidad.
