Aspectos generales.
La Caldera del Rey tiene un alto valor geomorfológico por ser el resto de una explosión volcánica de origen violento al entrar en contacto el magma con el agua. En el fondo de esta Caldera se han implantado cultivos de frutales e invernaderos de plátanos y tomates.
Una de las características más singulares de este espacio es el fenómeno de la inversión térmica que ocurre en el interior de la caldera llegando a registrarse temperaturas inferiores a las del exterior. Ante esta situación, se excavó una apertura de 20 metros en el extremo sur para proteger los cultivos del frío.
La vegetación se caracteriza por el tabaibal-cardonal, destacando la tabaiba dulce, el cardón o el balo. Esta escasez en vegetación, producto en parte de la juventud de los suelos, las condiciones climáticas de sequedad y las altas temperaturas, así como la presencia del ser humano desde hace siglos, ha provocado una ausencia de fauna en el espacio.
Este espacio ha jugado un papel importante en la agricultura desde el siglo XVIII con la implantación de los cultivos de olivos y pastizales, posteriormente la caña de azúcar y el plátano y tomate. Aparte de este uso, ha habido otros aprovechamientos como la ganadería, apicultura e hidrología.
Es importante señalar la existencia de asentamientos guanches, correspondientes a cabañas, cuevas funerarias y grabados rupestres. Cerca de las cabañas se han encontrado restos de cerámica aborigen, roca obsidiana y basáltica, y restos de fauna terrestre y conchas de moluscos marinos.
Aspectos Específicos.
Categoría de protección: monumento natural.
Superficie: 176.93 Has.
Finalidad de protección: es una formación geomorfológica de notoria singularidad, rareza o belleza, que es objeto de especial protección y tiene consideración de ASE (Área de Sensibilidad Ecológica).