Primera abogada colegiada de Tenerife.
María de las Mercedes Leonarda Machado Machado, Mercedes Machado, nace en Santa Cruz de Tenerife el 6 de Noviembre de 1896. Es hija de Leocadio Machado López, de profesión militar y abogado, doctor en Derecho; y de Tomasa Machado Real, quien trabaja en su casa. Tercera de seis hermanas (llamadas Luisa, Elvira, Ángeles, Consuelo y Pilar), todas las hijas estudian por deseo expreso de su padre, que quiere que tengan una carrera para que puedan valerse por sí mismas. Optan por el Magisterio, estudios muy comunes entre las mujeres de entonces, y varias de ellas se convierten en importantes figuras en el mundo de la educación y referentes de la cultura: Elvira compuso coplas que han sido premiadas y cantadas por grandes del folclore canario como Olga Ramos. Luisa, maestra en Valle Tabares, tocaba el piano en una orquesta, hacía teatro y un programa de radio de gran éxito, Las voladas de seña María, homenaje a la sabiduría y el humor populares; fue, además, responsable de reactivar la romería lagunera de San Benito. Ángeles, directora de la Escuela Aneja de La Laguna, ha sido reconocida en el municipio tinerfeño de La Guancha con un monumento por su labor pedagógica y por hacer posible la apertura de la primera biblioteca en su centro.
Su sobrina nieta, la cantante Luisa Machado, en una entrevista concedida a Alegando! Magazine, se refiere así a esta valiosa generación de mujeres de su familia: «Mi bisabuelo las obligó a estudiar a todas la única carrera que había entonces para no verlas depender de ningún hombre. Todas las mujeres de mi familia llevaron la cultura a los sitios. [...] Mujeres independientes. Y como ellas hay muchas de esa época, de esa generación. Fueron valientes, pero también porque contaron con un padre y una madre que les sirvieron de soporte y las apoyaron [...]».
No es correcta la información que figura en algunas publicaciones en las que se dice que, debido al fallecimiento de su padre, Mercedes partió a Francia donde su madre se casó por segunda vez con el que sería responsable de su excelente educación. Es Tomasa, su madre, la protagonista de esta anécdota y no Mercedes. De hecho, Tomasa y Leocadio, sus padres, que además eran primos, hablaban el francés con normalidad y soltura en la casa familiar.
Mercedes también estudiará Magisterio en la Escuela Normal lagunera (1911-1914), tras lo que obtiene el título de Bachiller en 1924 en el Instituto General y Técnico de La Laguna (actual IES Canarias Cabrera Pinto) convirtiéndose en una de las pioneras que, por aquellos años en los que eran muchas menos las alumnas que los alumnos, y muchas de ellas estudiaban en la modalidad libre y no se titulaban, siguió estudios superiores. En 1944 se licencia en Filosofía y Letras especializándose en Lenguas Clásicas en la Universidad de La Laguna.
Pero la carrera por la que más ha trascendido la figura de Mercedes Machado es, sin duda, la de Derecho. Su mentor (y casi compañero, pues él decidió sacarse el título ya tarde para completar su rico currículo y Mercedes estudió a la par que él) fue su propio padre, según apunta el abogado José Santiago Yanes Pérez en un prolijo artículo dedicado a esta etapa de la vida de Mercedes y confirma su sobrina nieta. Además de militar, como ya se señaló, Leocadio fue ingeniero industrial, profesor de la Universidad de La Laguna y del Instituto de Segunda Enseñanza, catedrático de la Escuela Náutica de Santa Cruz de Tenerife, doctor en Derecho por la Universidad Central de Madrid y abogado colegiado en Santa Cruz de Tenerife y en San Cristóbal de La Laguna.
Mercedes Machado inicia los estudios superiores de Derecho en La Laguna, en la Sección Universitaria de Canarias el mismo año que esta se convierte en Facultad de Derecho, y los cursa entre 1926 y 1929. Supera el examen de grado con sobresaliente, culminando así un brillante expediente académico. Con la obtención de la suficiencia en la licenciatura de Derecho el día 9 de Octubre de 1929 Mercedes se convierte en la primera graduada de la universidad lagunera, hecho destacado por la prensa de la época. No volverá a haber una mujer licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna hasta el año 1945, cuando se gradúe Pilar La Roche Miranda.
Sin embargo, es importante señalar que, dado que Mercedes Machado no se colegió hasta 1936, no fue la primera abogada en ejercicio de Canarias, lo que correspondió a Josefina Perdomo Benítez, colegiada en Las Palmas en 1933, quien había cursado prácticamente toda su carrera como alumna libre en La Laguna aunque se examinó de las últimas asignaturas en Madrid en 1930 (del artículo Universidad de La Laguna: una breve historia, de Antonio Francisco Canales Serrano). Sí fue Mercedes la primera abogada colegiada de Tenerife. En este punto, el de su colegiación, también ha habido confusión y polémica.
Se ha dicho que, por tratarse de una mujer, a Mercedes le fue denegada la admisión en el Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife que ella solicitó por escrito el 27 de mayo de 1936, con estas palabras recogidas en el citado artículo de José Santiago Yanes Pérez: «[...] Que deseando incorporarme a ese Ilustre Colegio con el fin de no ejercer por el momento la profesión, y haciendo constar que no pertenezco ni he pertenecido a ningún otro Colegio de Abogados, adjunto al efecto copia del Título de Licenciado en Derecho [...]». El autor del texto aclara que, si bien los estatutos generales del Colegio, que databan de 1895, impedían el ejercicio legal de la abogacía a las mujeres, la junta de gobierno admite a Mercedes el mismo día que presenta su solicitud, tal y como se recoge en el acta citada en esta publicación: «Vistas las instancias de los licenciados D. Edmundo Trujillo Funes y Da. María de las Mercedes Machado y Machado solicitando su incorporación a este Colegio, a cuyo efecto acompañan los documentos exigidos por los Estatutos, y que justifican reunir las condiciones necesarias para la incorporación, la Junta acuerda acceder a lo interesado [...]». No será, sin embargo, hasta 1949 cuando el Colegio de Abogados de Santa Cruz cuente con sus estatutos particulares en los que finalmente «se hizo constar la anacrónica y tardía declaración expresa de admisión femenina a la profesión de abogado [...] diciendo que “Las mujeres podrán ser admitidas al ejercicio de la profesión”». Esta rectificación fue a efectos prácticos innecesaria, pues los estatutos generales de la profesión de 1946 ya prescribían la incorporación de «quienes acrediten, entre otros supuestos, estar en posesión del asexuado requisito de ser Licenciado en Derecho» (José Santiago Yanes Pérez, en Mercedes Machado Machado (1896-1970). Primera abogada de Tenerife. IUS. Revista del Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, nº 11, octubre de 2009).
Es obvio, pues, que a Mercedes sí se le permitió la colegiación que mantendría hasta el día de su fallecimiento, el 2 de septiembre de 1970, fecha de su baja profesional; aunque, aparentemente, en un primer momento no pudiera tener acceso al ejercicio de la abogacía que, en cualquier caso, ella había admitido que no tenía interés en practicar: «De mí sé decirle que preferiría mil veces no ser abogado», respondía en una entrevista que se le realizó en La Tarde, en su edición del 4 de Junio de 1929, con motivo de su licenciatura en la facultad lagunera. La realidad es que, desde 1936, compaginó su actividad laboral en el despacho profesional que poseía su padre en Santa Cruz con su verdadera pasión, la docencia, que ejerció en la Escuela de Magisterio de La Laguna desde 1920 (fue nombrada profesora ayudante gratuita de la Sección de Ciencias), en el Instituto de Canarias y en la Universidad de La Laguna, donde impartió clases de Filosofía, Literatura, Latín y Griego.
Mercedes no se libró de sufrir el complicado clima político de la España de posguerra en el que las y los docentes estaban en el punto de mira. Tal y como nos cuenta la profesora Teresa González Pérez en su artículo Mujeres republicanas y represión en Canarias (1936-1939), en 1937 fue acusada de pertenecer al Partido Izquierda Republicana, motivo por el que se le abrió un expediente de depuración. Su hermana Ángeles también fue apartada de su puesto por indicios de actividad sindical. Mercedes tuvo que acreditar su religiosidad, apoliticismo y laboriosidad, avaladas por el informe del rector de la Universidad José Escobedo y Alberú, por el teniente de la Guardia Civil de La Laguna Antonio Ocete Morales y por Bernabé González Marrero, cura accidental de la parroquia de la Concepción de La Laguna.
Mercedes Machado nunca se casó. Fue una mujer de amplia formación (además de las citadas licenciaturas dominaba varios idiomas, entre ellos, francés, alemán, inglés, griego e italiano, y dejó sin terminar sus estudios de ruso) y brillante desempeño académico, que le fue reconocido con la medalla de la Orden Alfonso X El Sabio. Amante de la lectura, especialmente de antiguas enciclopedias de Derecho, era también una gran melómana e intérprete de piano.
Su trayectoria pedagógica aún es recordada con afecto y admiración por muchas de las personas a las que formó, que la califican de mujer encantadora y de educación exquisita, o recuerdan con ternura las canciones en francés que cantaba a sus alumnas. Esta estimación de su labor le ha valido el homenaje con sendas calles en Santa Cruz y La Orotava. Falleció en 1970 y está enterrada en el lagunero cementerio de San Juan.
*Texto: Elisa Falcón Lisón, Licenciada en Historia del Arte y Guía Oficial del Gobierno de Canarias.