Influencer. Lucha contra el cáncer de mama.
Hilda Siverio nace en Tenerife en 1971. En 2014, con 43 años y embarazada de cinco meses de su tercer hijo, nota un bulto en uno de sus pechos que «intuía que no era bueno». Es entonces cuando le diagnostican un cáncer de mama. Hilda decide guardarse la noticia y se niega tanto a abortar como a someterse a tratamiento hasta que no se haya producido el nacimiento del bebé. Es por ello que le tienen que provocar el parto a las 33 semanas de gestación, cuando el cáncer con micrometástasis ya estaba en ambas mamas. Hilda no quiso que su hijo naciera por cesárea, por lo que fue un parto natural acelerado con oxitocina que la dejaría exhausta aunque muy emocionada.
Después continúa hospitalizada sin poder estar con su hijo recién nacido ni, lógicamente, darle de mamar. Con sus otras dos hijas, que entonces tenían 12 y 7 años, lo había hecho durante más de dos. Richard vino al mundo un mes y medio después de que Ricardo, hermano de Hilda, se suicidara. Según ella, era una vida que tenía que llegar por la que se había ido, algo importante para la familia. Sólo 19 días más tarde, Hilda se somete a su primera mastectomía.
En sus 7 años de enfermedad, Hilda ha tenido que pasar por 9 operaciones. En los últimos meses de 2020 sufre una dolorosa situación personal que se suma a los efectos del cáncer, y es entonces cuando “mi cepa, que quedaría por ahí en algún ganglio, estaba dormida, pero mutó a otro tipo de cáncer totalmente distinto y muy agresivo. Mi oncólogo se asombró con la evolución tumoral en esos meses”, tal y como ella misma ha explicado en una entrevista concedida al Diario de Avisos.
A principios de 2021 hace público que sufre metástasis ganglionar y ósea, y que el pronóstico de su enfermedad no es favorable, por lo que ya ha empezado su tratamiento paliativo. Tras conocer la noticia, escribe: «He decidido, como siempre, que mi mejor arma es vivir cada día como si fuera el último, con alegría y sin dramas».
Y es que, desde el momento en que Hilda es diagnosticada, opta por enfrentarse al duro proceso de las quimioterapias y operaciones con la vitalidad y sentido del humor que ya la caracterizaban antes. La frase que refleja su filosofía de vida durante estos años, “sácale una sonrisa al cáncer”, es el lema con el que se ha convertido en una auténtica influyente en redes sociales desde 2015 y el título de su página de Facebook, traducida al inglés, árabe y chino y que reúne miles de seguidores por todo el mundo. «Empecé un día que me sentía fatal, me miré al espejo y me vi tan mal que me metí en el baño y me maquillé. Cuando mis hijas me vieron así, me dijeron “mami, ya estás bien”, y les dije que había ido al baño y había tirado por el water la enfermedad. Subí la foto vestida con un tutú de Carnaval verde esperanza y tuve 37.000 visitas. Entonces se creó la cadena “tira de la cadena para que la mierda del cáncer se vaya”», narra en declaraciones al Diario de Avisos.
También está activa en redes como Tik Tok o Instagram, donde sus vídeos cargados de alegría la han hecho célebre. Hilda llega a recibir una media de 3.000 mensajes de seguidores cada día.
Hilda Siverio pone rostro, de esta manera, a una enfermedad que, según los últimos datos recogidos por el Sistema Europeo de Información del Cáncer (ECIS, por sus siglas en inglés), es el tipo de tumor el más frecuente entre las mujeres en nuestro país por delante del cáncer colorrectal, de útero, de pulmón y de ovario. En España, aproximadamente el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama. El cáncer de mama es ya el tumor más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al cáncer de pulmón, según datos publicados en 2021 por el Centro de Investigaciones sobre el cáncer (IARC, por sus siglas en inglés). En 2020 se diagnosticaron un total de 34.088 nuevos casos de cáncer de mama en España (fuente: GEICAM).
Hilda Siverio, poseedora de una inteligencia emocional admirada por los y las médicos que la han tratado y que la lleva a ayudar a otros pacientes a través de sus redes, ha adoptado, además, una firme postura acerca de la toma de decisiones, sobre su derecho a estar informada en todo momento, a vivir con dignidad el tiempo que le reste y a irse de manera igualmente digna cuando llegue el momento, sin someterse a tratamientos y procesos que supongan su deterioro y la merma de sus facultades solo para alargar un poco más su vida.
Férrea defensora de la investigación para buscar una cura, no ha querido ocultar nunca los efectos que la enfermedad ha provocado en su cuerpo, como la pérdida del cabello durante los tratamientos o las cicatrices de sus dos mastectomías, parte que le ha resultado más dolorosa y que, sin embargo, ha mostrado sin pudor. Ni siquiera quiso cubrirse la cabeza cuando, en pleno tratamiento, le ofrecieron participar en la película Ma ma de Julio Medem (2015), donde interpreta a la compañera terminal de habitación de Penélope Cruz y para la que le sugirieron que llevase pañuelo. «Al faltarle el respeto a la enfermedad», afirma «le pierdes el miedo».
Recientemente, el Ayuntamiento de El Rosario, municipio en el que reside, un grupo de mujeres moteras del Sur de Tenerife y la Fundación Canaria Carrera por la Vida que preside Brigitte Gypen le han rendido un emotivo homenaje sorpresa en su propia casa, secundado por el aplauso de vecinas y vecinos. Hilda amadrinó la última Carrera por la Vida presencial en 2019, en Playa de Las Américas.
Uno de sus grandes deseos es poder publicar un libro fruto de su experiencia.
*Texto: Elisa Falcón Lisón, Licenciada en Historia del Arte y Guía Oficial del Gobierno de Canarias. (2021)
